Hace un día inigualable para dar un paseo por Almería. Vamos a elegir un destino, así, como si fuéramos Superman sobrevolando la ciudad desde todo lo alto. Descendemos como un rayo y nos acercamos a la Alcazaba, ese hermoso monumento andalusí, ese tesoro histórico, ese destino que enamora, ese parte de la historia de Almería que pertenece a Pache, Wesosiroco y Diamandis. De un salto, nos dirigimos al mar, a la playa de El Zapillo que se reparten, por partes, Diamandis, Daniza y Hayatsaida. Qué ajetreo trae hoy la Puerta de Purchena, de Paticli, casi tanto como en la desembocadura de la Rambla, que es de Diamandis también. Y el aire corre fresco por el parque Nicolás Salmerón que, bueno, el parque todavía no tiene dueño.
Este día tan loco solo puede suceder en la ficción. ¿O no? Resulta que hay un lugar, el metaverso, donde todos los días son iguales. Un lugar virtual, es decir, en internet, donde hay gente invirtiendo dinero real en comprar parcelas que simulan nuestro planeta sobre los mapas de Google. Vaya, que hay numerosas personas –todos los usuarios son anónimos– que ya pagan incluso cientos de euros por comprar su trozo de Almería. Es algo que está pasando, por supuesto, en todo el mundo, desde la web Next Earth (La siguiente Tierra).
¿Tiene todo esto algún sentido? Empecemos por el principio.
¿Qué es el metaverso?
Un universo virtual
El metaverso es una simulación de la vida real en un mundo virtual. La idea es que, en un futuro no tan lejano, entremos con gafas de realidad aumentada a un espacio en el que, en vez de manejar a un personaje de videojuego, manejaremos a una copia de nosotros mismos. Podremos ir a exposiciones, a la oficina, a jugar, a charlar en un café… E incluso comprar cosas únicas e irreplicables como ropa, obras de arte, edificios o juguetes. Esas cosas son las conocidas como ‘Non Fungible Tokens’ (NFT).
¿Qué es un NFT?
Cosas que no se tocan
Los tokens no fungibles son objetos que pretenden simular una economía real (oferta y demanda) en el metaverso. En los últimos meses hemos visto cómo se vendían zapatillas virtuales y pinturas pixeladas a precios millonarios por el mero hecho de la exclusividad digital. Esta idea se traslada también a la compra inmobiliaria como la que plantea Next Earth: los usuarios compran parcelas tan únicas como en el suelo que pisamos. Son parcelas NFT que se pagan con criptomonedas.
¿Qué son las criptomonedas?
Una moneda digital
Son monedas digitales, un tipo de divisa que sirve para comprar productos y servicios, como cualquier otra moneda, pero que solo existe en el mundo virtual. Hay varios tipos de criptomonedas, siendo las más famosas Bitcoin y Ether. En este caso se usa USDT, que es la criptodivisa que usa el valor del dólar como referencia, así que 1 USDT equivale a 1 dólar.
¿Qué es Next Earth?
Una copia de la Tierra
Una plataforma virtual del metaverso que replica la Tierra y que, según explican en su web, pretende facilitar a los usuarios «la verdadera propiedad virtual de la tierra» mediante un mundo basado en los NFT, «con un sistema financiero de criptomonedas sin intermediarios y que permita un gobierno global desde una organización autónoma descentralizada».
¿Por qué querría alguien comprar una parcela virtual en Next Earth?
La gran pregunta
Hoy por hoy, para nada. O, quizás, para especular en un futuro si es que Next Earth, algún día, es una verdadera segunda tierra y no un proyecto que ya ha recaudado millones de euros vendiendo pixeles. Pero lo cierto es que nada más que en Almería ya se han invertido miles de euros. Y hay algunas cosas muy curiosas. Vamos a explorar nuestro mapa y a ver cómo comprar.
La Almería de Next Earth
Next Earth es una web y una aplicación móvil (si tienen curiosidad, pueden acceder en Nextearth.io). El funcionamiento es muy sencillo: al pinchar en la pestaña de ‘comprar’ se desplegará un mapa, el de Google, de todo el mundo. Basta buscar una zona concreta, Almería, en nuestro caso, para que se muestre en pantalla. Al hacer un poco de zoom, el mapa se dividirá en una retícula de mosaicos, pequeñas celdas que equivalen a 100 metros de tierra. El precio de cada mosaico fluctúa según oferta y demanda, pero, en general, es de 0,9 USDT (recuerden, 1 USDT es 1 dólar, así que a partir de ahora hablaremos de dólares).
Al pinchar sobre una celda podemos arrastrar y dibujar el espacio exacto que deseamos adquirir, hasta un máximo de mil mosaicos, es decir, unos 900 dólares. Para pagar necesitamos tener una billetera digital con criptmonedas que se puede conseguir tanto en formato físico como virtual, en plataformas especializadas e incluso bancos. Supongamos que quiere comprar la redacción de IDEAL: buscaría la zona de Oliveros, seleccionaría todas las casillas que ocupa la redacción y pulsaría en comprar. Ya está, es virtualmente suyo.
El resultado quedará marcado sobre el mapa y todo el que pase el ratón por encima de su terreno verá su nombre grabado. Su nombre o su apodo, claro, porque la inmensa mayoría de nombres no son reales.
City of Culture ha comprado gran parte de la Alcazaba por 20,95 dólares, espacio que comparte con otros dos usuarios, Wesosiroco y Diamandis. Este último, por cierto, es poseedor de un gran número de espacios virtuales en toda la provincia.
El mayor propietario
Solo Diamandis posee, además de parte del monumento andalusí más relevante de Almería, los alrededores del Estadio de los Juegos Mediterráneos, que adquirió por 146,8 dólares; el entorno de la Puerta Purchena, en el que invirtió 31,52 dólares; el Auditorio Maestro Padilla, por el que pagó 90,06 dólares; el bulevar de la Universidad de Almería, con un coste de compra de 44,13 dólares; la Casa de la Mariposas, por la que pagó el módico precio de 5,4 dólares; la Casa del Cine, por solo 17,11 dólares; la Casa del Poeta José Ángel Valente, que le costó 4,8 dólares; o el Paseo de la Fama junto al Teatro Cervantes, en el que gastó 4 dólares.
Son solo algunos de los 69 lugares virtuales propiedad de este usuario que, según refleja la web de Next Earth ha invertido 3.612 dólares en hacerse con más de 4.000 celdas tanto en la provincia de Almería como en otros puntos del país. Entre otras ‘joyas’, de hecho, se ha hecho con los castillos, iglesias y teatros más emblemáticos de la provincia y algunas de sus playas más populares, entre ellas la de Villaricos, donde se celebra el festival Dreambeach cada verano.
Según Next Earth, el valor de los terrenos ya comprados en su plataforma ha subido en un 2.343%, con lo que la Alcazaba alcanza un precio de 144,14 dólares, por ejemplo.
El futuro
Buscando en el cine, el metaverso es una idea similar a la que nos contaban en ‘Matrix’ (Lana Wachowski, 1999) o en ‘Ready Player One’ (Steven Spielberg, 2018). Aunque, para terminar, hay una clave importante a tener en cuenta: no hay un único metaverso. Las empresas están compitiendo por llevarse el gato al agua, por crear ‘el’ metaverso de referencia. Por el momento, aunque el de Mark Zuckerberg (Facebook) sea el más publicitado, es uno más en el océano. El tiempo dirá.
Por tanto, quedan muchas preguntas en el aire: ¿Tendrá un valor real Next Earth en ese metaverso de éxito del futuro? ¿Llegará el día en que Diamandis cobre por entrar a la Alhambra virtual? ¿Y si los dueños reales de los espacios reales reclaman derechos? ¿De verdad alguien cree que todo esto tiene sentido?
Fuente: Almería se vende en el metaverso